Sociedad Española de Nutrición Comunitaria

Sociedad Española de Nutrición Comunitaria

General 17/07/2015

VIRTUDES DE LA SOJA

LAS VIRTUDES DESCONOCIDAS DE LA SOJA

Basándose en comprobaciones científicas extraídas de más de cincuenta estudios independientes, el Organismo estadounidense para el Control de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration - FDA) ha decidido permitir a los productores de alimentos que contengan un mínimo de 6,25 g de proteína de soja por ración, inscribir en el envoltorio del comestible o la bebida en cuestión la indicación: "25 g de proteína de soja al día, incluidas en una dieta baja en grasas saturadas y colesterol, pueden reducir el riesgo de sufrir trastornos cardiacos".

Las autoridades reguladoras estadounidenses examinaron un número suficiente de estudios para convencerse de que, en personas con un alto índice de colesterol, al reemplazar todas o una parte de las proteínas animales de su dieta por proteínas de soja, tanto el índice total de colesterol como el de colesterol LDL ("low-density lipoprotein", o lipoproteína de baja densidad, más conocido como "colesterol malo") se reducen considerablemente.

TEORÍAS ACERCA DE SUS BENEFICIOS

Aunque todavía no se sabe con certeza cual es el mecanismo por el que la proteína de soja produce tales efectos, los investigadores han formulado varias hipótesis. Podría deberse al hecho de que favorece la secreción de ácidos biliares, lo que produce la reducción del nivel de colesterol en la sangre. Otro teoría defiende que la proteína de soja estimula el hígado y éste reacciona reduciendo el nivel de colesterol LDL en la sangre, o bien que las isoflavonas de esta leguminosa actúan como antioxidantes, o favoreciendo la vasodilatación y reduciendo de este modo los daños producidos por este tipo de colesterol y los depósitos que deja en las paredes arteriales.

Sea cual sea la explicación correcta, en lo que respecta a las isoflavonas, la acción protectora que potencialmente ejercen no se limita al corazón. Se considera que tanto las isoflavonas, calificadas por algunos expertos de arma secreta de la soja, como los lignanos de esta planta están estructuralmente emparentados con los estrógenos (hormonas humanas).

Durante el período fértil de la mujer, uno de los factores de riesgo para desarrollar cáncer de mama u otros tipos de cáncer de ovario o endometrio, de origen hormonal, es la sobreexposición a los estrógenos humanos. Estas hormonas, capaces de adherirse a los denominados receptores beta del estrógeno que se encuentran en las células mamarias, las del ovario y las del endometrio, si son numerosas, pueden provocar la división y posterior reproducción celular descontrolada (el proceso de formación del cáncer).

ISOFLAVONAS, GENISTEÍNA, Y ESTRÓGENO HUMANO

Lo más sorprendente de los estrógenos vegetales que aparecen en la soja es que la similitud de su forma y su estructura con los estrógenos humanos significa que pueden acoplarse a los receptores beta del estrógeno, pero, al ser más endebles que el estrógeno humano, son susceptibles de reducir el riesgo de que se inicie el proceso de división celular.

El Doctor Michael Morton, científico senior del Laboratorio de Investigación Bioclínica (BioClinical Research Services Laboratory) de Gales, Reino Unido, contribuye al esclarecimiento de esta incógnita: "Un estudio reciente demuestra que, en las pruebas de laboratorio, la genisteína, que es la principal isoflavona, o estrógeno vegetal de la soja, se acopla a los receptores beta de los estrógenos con la misma afinidad que el tamoxifén, otra hormona que se emplea para prevenir el cáncer de mama y tratar a mujeres afectadas".

La genisteína también ejerce una gran influencia en el crecimiento y el control celular, puesto que ayuda a inhibir tanto la acción de las enzimas necesarias para la división celular, como la vascularización, controlando así la reproducción de las células cancerígenas.

Las propiedades beneficiosas de la soja no acaban ahí. Parece ser que, en las mujeres premenopáusicas, los estrógenos vegetales de esta planta atenúan los efectos del estrógeno humano. A las mujeres posmenopáusicas, cualquier efecto del estrógeno vegetal, por leve que sea, les ayudará a reducir los efectos de la menopausia, ya sea a corto o largo plazo. Varios estudios han revelado que, administrando 40 g adicionales de proteína de soja al día, se incrementa el aporte mineral a ciertas vértebras de la columna, además de reducirse la intensidad de síntomas menopáusicos, tales como los sofocos.

En países como Japón, donde el promedio de estrógenos vegetales ingeridos oscila entre los 20 y los 50 mg diarios, el riesgo de padecer cáncer de mama es entre cinco y ocho veces menor que en Europa occidental, donde la media es de 1 mg diario.

Parece ser que incrementando la ingesta diaria de soja, no sólo se puede reducir el riesgo de padecer trastornos cardiacos, sino que además se podría contribuir a fortalecer la salud de mujeres premenopáusicas y posmenopáusicas. Sin duda alguna, cada vez se encontrarán en los supermercados más productos a base de soja en los que se resalten las propiedades beneficiosas de este componente.

REFERENCIAS:

1. Meta-analysis of effects of soya protein intake on serum lipids in humans. Anderson JW et al. New England Journal of Medicine. 1995; 333(5): 276-282.
2. Effects of soya isoflavones on oestrogen and phytooestrogen metabolism in premenopausal women. Xu X et al. Cancer Epidemiology, Biomarkers and Prevention: vol. 7, 1101 - 1108, 1998.
3. The effect of dietary soya supplementation on hot flushes. Albertazzi P et al. Obstetrics and Gynecology: vol. 91, No.1, January 1998.
4. Soya protein and isoflavones: their effects on blood lipids and bone density in postmenopausal women. Potter S et al. American Journal of Clinical Nutrition: 1998; 68 (supl):1375s - 9s.
5. Setchell K.D, Cassidy A Dietary isoflavones: biological effects and relevance to human health. J Nutr. 1999; 129:758S-767S.